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Prohibido hacer cola en la madrugada

Pero esas horas de oscuridad y angustia podrían cambiar en pocos días, porque las autoridades han amenazado con abultadas multas a quienes infrinjan el toque de queda

El pasado fin de semana, de madrugada, frente a la tienda Maisí de la calle Infanta, decenas de personas aguardaban para lograr los primeros puestos. (14ymedio)
Luz Escobar

28 de agosto 2020 - 21:53

La Habana/Mucho antes de que comenzara la pandemia, incluso antes de que se anunciara la "coyuntura económica" en septiembre pasado, los verbos marcar, madrugar y esperar han sido los más conjugados en Cuba. Las colas que han acompañado nuestra vida desde hace décadas aumentaron de tamaño y ganaron protagonismo en las calles de esta Isla.

"Alcancé pollo el martes en El Danubio porque marqué desde las cinco. Si hubiera llegado a la hora que abre la tienda, no compro ni mayonesa", lamentaba este jueves una señora ante un joven militar, con chaleco naranja, que intentaba desalojar a varias personas que un poco antes armaron la cola para acceder a la tienda próxima a la calle 26, en El Vedado.

"No somos coleros, somos cabeza de familia luchando para garantizar la comida diaria. Los coleros ni se ven, esos se organizan desde el día anterior y aquí, ni aunque te pares frente a la tienda a la hora que cierra, logras ser el primero", reclamó la mujer ante el callado militar y le aseguró haber marcado cuando todavía no había salido el sol.

Ahora con las nuevas medidas restrictivas que entrarán en vigor el próximo martes en La Habana, estar en la calle entre las siete de la noche y las cinco de la madrugada quedará prohibido. Los cientos o miles de personas que salían antes del "cantío del gallo" para tratar de garantizar algo para comer, tendrán que esperar a que termine el toque de queda.

No es un obstáculo nuevo. El pasado 2 de agosto las autoridades iniciaron en La Habana la ofensiva de la que fue llamada "Operación de lucha contra los coleros", que incluye la prohibición de hacer la fila cerca de la tienda durante la noche y la madrugada. No obstante, las filas siguieron proliferando por todos lados.

El pasado fin de semana, de madrugada, frente a la tienda Maisí de la calle Infanta, decenas de personas aguardaban para lograr los primeros puestos. A pocos metros de ahí, en el popular Parque Trillo, el panorama se repetía entre las sombras y las dudas sobre los productos que encontrarían los clientes al abrir el comercio más cercano.

Pero esas horas de oscuridad y angustia podrían cambiar en pocos días, porque las autoridades han amenazado con abultadas multas a quienes infrinjan el toque de queda que comenzará a regir el 1 de septiembre y por 15 días. Es poco probable que la amenaza elimine las aglomeraciones para comprar comida, pero tendrán que transmutarse.

En algunas tiendas estatales los empleados han ido colgando carteles en los que se advierte que está prohibido "marcar antes de las seis de la mañana", "hacer la cola para más de una persona" o redactar "una lista" con nombres y números de carné de identidad para garantizar el puesto en la fila. ¿Qué ocurrirá cuando todas estas restricciones entren en vigor?

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