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El pelotero de la MLB Zach Neto sueña con ir al Clásico Mundial con Cuba

Béisbol

Descendiente de exiliados e hijo de cartero, el joven de 24 años cuida de su familia: "Él coge su cheque cada dos semanas, y su mamá le quita un 75%. Lo tenemos controlado en ese aspecto"

Durante varias generaciones, el béisbol y el trabajo duro han sido el sello de la familia de Zach Neto. / Zach Neto
Andy Lans

20 de noviembre 2025 - 07:17

Matanzas/Con apenas tres temporadas en las Grandes Ligas de Estados Unidos (MLB), Zach Neto se desprende de la etiqueta de “promesa” para consolidarse como una realidad en el presente de los Angelinos de Los Ángeles. El shortstop [campocorto] de 24 años lideró a su equipo en bases robadas con 26 durante la reciente temporada. Además, completó su actuación de 2025 con 56 extrabases, 82 carreras anotadas y .319 de on-base percentage (OBP).

Durante varias generaciones, el béisbol y el trabajo duro han sido el sello de la familia de Zach Neto. Su abuelo paterno, Joaquín Sr., llegó a Nueva York desde La Habana con apenas 16 años. Era uno de nueve hermanos. Su meta era trabajar sin descanso hasta sacar de Cuba a toda su familia. También de La Habana eran sus dos abuelos maternos. Sus padres, Joaquín Jr. y Maggie, nacieron en Estados Unidos. Los días de high school los juntaron a mediados de la década de 1980, y se casaron en 1991, cuando Joaquín Jr. regresó del Ejército. De dicha unión nacieron tres hijos. El hermano mayor de Zach llegó a jugar béisbol universitario, y su hermana menor hizo softbol colegial. Todo esto, mientras la familia disertaba en casa con cierta nostalgia sobre los grandes peloteros y equipos de Cuba.

Esas y otras interrogantes las aclara su padre Joaquín Neto Jr. en conversación con '14ymedio'

Hoy es muy sencillo consultar el sitio web Spotrac y comprobar que Zach Neto ha ganado unos seis millones de dólares en su paso por la MLB. Sin embargo, ¿cómo uno de los talentos menos valorados de Miami pudo llegar al máximo nivel del béisbol? ¿Qué impacto tuvo en él compartir dogout con dos de los mejores peloteros de todos los tiempos? ¿Cómo evita que la fama y el dinero le hagan perder el foco? ¿Podrían los Gourriel ser la clave para que Zach represente a Cuba en un Clásico Mundial? Esas y otras interrogantes las aclara su padre Joaquín Neto Jr. en conversación con 14ymedio.

Pregunta. Nos consta que usted tampoco estuvo ajeno a la práctica del béisbol desde temprano, ¿es así?

Respuesta. Jugué pelota desde los ocho hasta los 18 años. Pero cuando salí del Ejército, no tenía nada que hacer. Entonces, empecé a entrenar niños en un estadio local aquí en Miami. Gracias a ello, pude entrenar a mis hijos varones desde los cuatro hasta los 12 o 13 años. Mis tres hijos empezaron en el deporte a los cuatro años. Con mi papá también pasé mucho tiempo de mi niñez lanzando y bateando. Por eso, cuando yo fui padre, también quise hacer lo mismo con mis hijos. En el terreno de pelota se olvidan todos los problemas. Es un ambiente sano. 

P. ¿Imaginaron alguna vez a Zach en Grandes Ligas?

R. Mi esposa y yo trabajamos mucho con él. Estábamos en cada práctica y cada juego. Nunca le quitamos su sueño de Grandes Ligas. Queríamos que siguiera jugando para que cogiera una beca universitaria, se graduara y no tenga que trabajar tan duro como nosotros. Pero Zach siguió concentrado y por eso está a ese nivel hoy.

P. ¿Hay algún entrenador que haya sido como un segundo padre en la carrera de Zach?

R. Zach se operó de un codo a los 12 años. Como padre, te das cuenta que el niño llega a un punto en el que no te hace caso. Por eso tienes que buscar una segunda voz para que pueda comunicarse con él. Nos encontramos con el puertorriqueño José Trujillo. Él trabajó con mi hijo desde los 12 años, hasta high school, e incluso cuando era universitario. Lo ayudó con ajustes para sacar el brazo tras la operación. Hasta hoy, Zach llega a Miami y lo va a ver. Trujillo todavía le corrige cosas. Damos referencia de él a todo el que tenga niño jugando pelota.

P. Los Angelinos escogieron a Zach en la primera ronda del draft de 2022, fue la décimo tercera elección, sin embargo ¿Esperaban otra franquicia?

R. Recibimos una invitación de la MLB para estar en Los Ángeles el día del draft. Sabíamos que lo escogerían en la primera ronda, pero no quién. En el momento que lo eligieron fue mucha emoción, porque coronó su sueño. Los Marlins de Miami lo habían llamado para dejarle saber que estaban interesados. Ese año eran los sextos en escoger, pero se llevaron a otro. Zach estaba un poco disgustado porque quería jugar en Miami cerca de su familia y amigos. A decir verdad, aquí nunca lo vieron como un gran pelotero. Desde chiquito, era de los más bajitos. Nadie creía que llegaría a este momento. Bateó sobre .450 en sus dos primeros años de high school y .320 en su último año. Ninguna universidad de la Florida se interesó en él. El usó eso como motivación.

Zach estaba un poco disgustado porque quería jugar en Miami cerca de su familia y amigos. A decir verdad, aquí nunca lo vieron como un gran pelotero

P. Imagino que cuando Zach supo que lo subirían a MLB en 2023, llamó inmediatamente a sus padres. ¿Cómo vivieron esa noticia?

R. Mi esposa y yo siempre nos quedábamos despiertos por la noche viendo sus juegos. Él estaba jugando Doble A un viernes por la noche. Tuvo un partido fabuloso con dos jonrones, siete carreras empujadas y lo cambiaron como en el sexto inning. Maggie se preguntó si le había pasado algo a Zach. Pensé que como estaban ganando 15-2, solo lo estaban descansando. A las 11:00 de la noche, él me llama. Me estaba preparando para dormir porque tenía que trabajar temprano. Soy cartero en Miami. Zach me dice: “Papi, mañana me voy a Boston a jugar Grandes Ligas”. Le contesté: “Deja de comer mierda, porque mañana tengo que trabajar y no estoy pa’ juego” y colgué. Él llamó a su madre después. Le puso al coach y este confirmó que lo quitaron del juego porque lo llamaron a MLB y esa noche lo mandarían a Boston. Ahí empezamos a llorar. No creíamos que lo subirían tan rápido. Hicimos los planes y logramos llegar al otro día a Fenway Park a las 4:00 de la tarde para ver su debut.

En la historia de los Angelinos de Los Ángeles, solo cuatro beisbolistas han alcanzado más de una temporada con al menos 20 jonrones y 20 bases robadas. El primero fue Don Baylor en 1977 y 1978. Décadas después, lo consiguió Mike Trout cinco veces entre 2012 y 2018, y Shohei Ohtani en 2021 y 2023. A esta selecta lista se unió Zach Neto tras 23 cuadrangulares con 30 estafas en 2024, y 26 vuelacercas con 26 robos en 2025.

P. Zach Neto lleva par de temporadas consecutivas con muchos jonrones y bases robadas ¿Siempre fue jonronero?

R. Era un bateador de muchas líneas, le daba duro, pero de línea. Y le encanta robar bases. Es agresivo en ese sentido. Pero al llegar a la universidad, trabajaron con él para ajustarle el swing y que levante más la pelota. Porque ya sacaba rápido el bate y tenía su poder. Ahí empezó a caminarle más la bola. Fue otro pelotero.

 P. El paso de Zach Neto por MLB le ha regalado compañeros como Shohei Ohtani y Mike Trout, sin duda dos futuros miembros del Salón de la Fama ¿Alguna vivencia en particular de su hijo con estos extraclases?

R. Mike Trout ha acogido a Zach como si fuera su hermanito menor. Le ha enseñado qué hacer y qué no hacer para cuidar el cuerpo, cómo comer bien, cómo hacer los ejercicios, la importancia de dormir, y todo lo demás. Shohei Ohtani es una tremenda persona dentro y fuera del terreno, todavía se comunica con mi hijo a cada rato. Este año, cuando los Angelinos enfrentaron a los Dodgers, Shohei vino a batear con hombres en primera y segunda. Pegó una línea sobre segunda base, Zach la capturó e hizo triple play. Ohtani fue a donde él y le dijo: “¡Oye, no me podías dejar pasar esa pelota! ¿De todos los bateadores me tuviste que cogerme esa línea a mí?”. Cuando Zach subió por primera vez a Grandes Ligas, después de 44 juegos en Ligas Menores, ambos fueron de los primeros en felicitarlo.

Cuando Zach subió por primera vez a Grandes Ligas, después de 44 juegos en Ligas Menores, ambos fueron de los primeros en felicitarlo

P. ¿Cómo hace un chico de 24 años para que la fama y el dinero no le hagan perder el enfoque?

R. Su mamá lo ayuda bastante. Ella siempre está pendiente dejándole saber lo que tiene. Él coge su cheque cada dos semanas, y su mamá le quita un 75%. El resto queda para él. Nosotros y su padrino lo tenemos controlado en ese aspecto. No es un muchacho que necesite lujos, aunque le gusta vestirse bonito y tener un buen carro. Él prefiere dar antes que recibir. 

P. Su hijo es uno de los tantos beneficiados de los servicios de Yuniesky Gourriel como coach de bateo. ¿Cómo se produjo ese vínculo con los hermanos Gourriel?

R. Cuando Zach termina su temporada, coge un mes de descanso sin hacer nada de pelota. Solo va a terapia para trabajar con sus músculos y relajarse. Al segundo mes, empieza a hacer ejercicios, coger roletazos y batear un poco. Entonces le recomendaron ir con los Gourriel porque habían otros peloteros de su nivel entrenando allí. Fue y le gustó. Hizo amistad con los Gourriel y siempre están bromeando. Como ellos saben que Zach es en parte cubano, cogieron interés en él y le dijeron que iban a tratar de hablar con sus conocidos de Cuba para ver si podría representar al país en el Clásico Mundial en 2026.

P. Entonces, ¿Zach está interesado en ir con Cuba al Clásico?

R. Él está casi seguro de que el equipo de Estados Unidos no lo va a buscar, porque todavía es muy joven. Cuando Yoán Moncada, su compañero de equipo, y los Gourriel le han preguntado por su disposición, Zach ha dicho que iría sin pensarlo dos veces. Cuando hablaron de ese tema, me llamó contento como un niño de cinco años en una tienda de caramelos. Ver a Zach con la camisa de Cuba ya sería un sueño completo para la familia. Su bisabuelo ya no está entre nosotros desde hace mucho tiempo, pero por su fanatismo a la pelota cubana, sé que estaría muy contento allá en el cielo. Mi papá, que todavía vive, también estaría feliz.

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