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Los sondeos apuntan a la derrota de Evo Morales en el referéndum

El presidente de Bolivia, Evo Morales, junto al vicepresidente Alvaro García Linera durante el cierre de campaña de su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS). (EFE)

22 de febrero 2016 - 09:54

La Paz/(Con información de EFE).- La división en Bolivia es casi total a juzgar por los resultados de las encuestas a pie de urna publicadas por los medios al cierre de los colegios electorales tras el referendum constitucional que puede posibilitar la tercera candidatura de Evo Morales a la presidencia. A falta de resultados oficiales, el No a la reforma constitucional se ha impuesto por un pequeño margen según estos sondeos. El conteo oficial parcial, al 72,5%, da mayor margen a la victoria del No, con un 56,5%, frente al 43,2% del Sí.

Los sondeos de Equipos Mori e Ipsos, difundidos por los medios locales, dieron al No a la reforma constitucional un porcentaje del 51 al 52,3 % y al Sí entre un 47,7 y un 49%. Lo ajustado del resultado ha llevado al Gobierno a hablar de "empate técnico" y a pedir esperar al escrutinio oficial, que puede tardar días. La oposición dio por válidos los sondeos, una práctica habitual en Bolivia, por la lentitud del recuento, y salió a celebrar la victoria en varias ciudades.

Por regiones, el Sí ganaría, de acuerdo con los sondeos en La Paz, Cochabamba y Oruro, mientras el no vencería en las seis restantes: Tarija, Beni, Pando, Santa Cruz, Chuquisaca y Potosí.

"¡Bolivia dijo no!", proclamó victorioso Rubén Costas, el gobernador de Santa Cruz y líder de un sector de la oposición. El excandidato presidencial Samuel Doria Medina, de Unión Nacional, dijo que "se ha sepultado el proyecto de convertir a nuestro país en un proyecto de un solo partido, en convertir a nuestro Estado en autoritario". "Hemos recuperado la democracia y hemos recuperado el derecho a elegir", apostilló.

El conteo oficial parcial, al 72,5%, da mayor margen a la victoria del No, con un 56,5%, frente al 43,2% del Sí

El expresidente boliviano, Jorge Quiroga consideró que Morales tiene que entender el mensaje del No y que en poco más de un año perdió, según los sondeos, entre 12 y 14 puntos frente al apoyo obtenido en las presidenciales de 2014, cuando salió elegido con el 63% de los votos.

Pese a que se había anunciado que Morales comparecería ante los medios en el Palacio de Gobierno, finalmente fue el vicepresidente García Linera quien salió a explicar la posición del Ejecutivo.

El vicepresidente sostuvo que hay un "clarísimo empate técnico electoral" ya que el trabajo de las encuestadoras siempre tiene un margen de error frente a los cómputos definitivos oficiales, por lo que advirtió de la posibilidad de que los resultados queden invertidos.

A su juicio, se ha constatado que "la mitad del pueblo boliviano ha optado por que se modifique la Constitución", y tildó de "forzado" y "prematuro" el festejo de la oposición.

Según García Linera, el margen de error se debe a que las encuestas no computan el voto en el extranjero ni el de las zonas rurales, donde Morales tiene un mayor apoyo.

Consultado sobre los resultados que muestran un margen estrecho entre ambas opciones pese a la aspiración de Morales de ganar en la consulta con el 70 % de la votación, García Linera dijo que "los referendos se ganan por un voto y eso es lo que cuenta".

Si los sondeos y lo escrutado hasta ahora se revertieran y ganara el Sí, Morales y García Linera podrán concurrir a las elecciones de 2019 para un cuarto mandato hasta 2025, pero si gana el No el oficialismo deberá buscar a otros candidatos.

A pesar de incidentes aislados, la misión electoral de Unasur dijo en un comunicado que valoraba que "la votación se haya desarrollado en un clima de absoluta tranquilidad"

El mandatario y su vicepresidente iniciaron su primera gestión en 2006, la segunda en 2010 y la tercera en 2015.

Aunque la Constitución permite solo dos mandatos consecutivos, Morales y García Linera pudieron presentarse a los comicios de 2014 gracias a un fallo del Tribunal Constitucional que avaló que su primer mandato (2006-2010) no cuenta porque el país fue refundado como Estado Plurinacional en 2009.

La jornada electoral se registró en el marco de "absoluta normalidad", según la presidenta del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Katia Uriona, exceptuando un "caso aislado" en Santa Cruz, donde unos electores molestos por los retrasos quemaron urnas electorales vacías.

A pesar de incidentes aislados, la misión electoral de Unasur dijo en un comunicado que valoraba que "la votación se haya desarrollado en un clima de absoluta tranquilidad". El jefe de la misión de observadores de la OEA, el expresidente dominicano Leonel Fernández, consideró también que el proceso transcurrió "normalmente en paz".

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