Una “desconexión parcial” del SEN deja sin electricidad a varias provincias
Apagón
El Ministerio de Energía y Minas atribuye la interrupción del servicio a “una oscilación”
La Habana/Una nueva falla en el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) provocó este jueves una desconexión parcial que afectó varias zonas del país, según reconocieron fuentes oficiales. La avería ocurre en un momento donde crece la preocupación ciudadana ante el avance por el Caribe de la tormenta tropical Melissa. Este apagón parcial se suma a los cinco apagones totales que se han registrado en la Isla en los últimos doce meses, el más reciente en septiembre pasado.
La nota oficial apareció en el perfil de X del Ministerio de Energía y Minas, que informó sobre “una oscilación” que habría causado la interrupción del servicio. El mensaje, de apenas tres líneas, aseguraba que ya se trabajaba “en la recuperación total que debe ocurrir en breve tiempo”, sin ofrecer detalles sobre las causas de la oscilación ni el alcance real del apagón.
Poco después, la Empresa Eléctrica de La Habana publicó una actualización en la que reconoció afectaciones equivalentes a 120 megavatios (MW) en la capital, con una recuperación parcial de 60 MW entre las subestaciones de Talla Piedra y Diezmero, además de algunos circuitos en Naranjito. Finalmente, la Unión Eléctrica (UNE) declaró que el sistema operaba “de forma estable e íntegro”, tras haber restablecido el 60% de los circuitos afectados, aunque las quejas de los usuarios continuaban multiplicándose.
En redes sociales, los comentarios fueron un reflejo del creciente hartazgo ante los apagones recurrentes y la falta de transparencia institucional. “Déjenlo así, si de todas maneras no hay electricidad nunca”, escribió un internauta en tono de resignación, mientras otro cuestionó la explicación oficial: “¿Oscilación de qué y parcial para quiénes?”. La ironía, la rabia y la desconfianza dominaron el debate digital.
Las centrales termoeléctricas operan hoy con un alto grado de obsolescencia, resultado de décadas de explotación continua y de un crónico déficit de inversión y mantenimiento
En la Redacción de este diario, ubicada en la barriada de Nuevo Vedado, el corte eléctrico programado para este jueves debía comenzar a las 2:30 pm, pero los vecinos se toparon con la amarga sorpresa de que la electricidad se cortara poco después de la 1:00 pm. Tras varias idas y venidas, el servicio energético se suspendió nuevamente cerca de las 3:30 pm y no ha regresado hasta el momento de escribir esta nota.
Las centrales termoeléctricas de Cuba, pilar histórico de la generación de energía en el país, operan hoy con un alto grado de obsolescencia, resultado de décadas de explotación continua y de un crónico déficit de inversión y mantenimiento. A ello se suma que numerosos motores de generación distribuida permanecen fuera de servicio por la escasez de divisas que impide importar combustible, lubricantes y piezas de repuesto, lo que agrava la fragilidad del sistema.
La UNE había pronosticado para el horario pico nocturno de hoy una disponibilidad de 1.595 MW frente a una demanda máxima de 3.320 MW, lo que generaría un déficit de 1.725 MW y una afectación estimada de 1.795 MW “si se mantenían las condiciones actuales”.
Entre las principales averías figuraban las unidades 2 de la CTE Felton, la 3 de Santa Cruz, la 8 de Mariel y la 6 de Renté, mientras se encontraban en mantenimiento programado otras tres unidades en Santa Cruz, Cienfuegos y Nuevitas. También se señalaban 72 centrales de generación distribuida paralizadas por falta de combustible y otras afectaciones por “escasez de lubricantes”.
Estimaciones de fuentes no oficiales calculan que reactivar el sistema eléctrico nacional requeriría entre 8.000 y 10.000 millones de dólares
El programa solar estatal, que ha incorporado 32 parques fotovoltaicos en lo que va de año, ofrece cierto alivio durante las horas diurnas, aunque su impacto es limitado, debido a la falta de baterías de almacenamiento para aprovechar esa energía durante la noche.
De acuerdo con especialistas independientes, la crisis energética cubana tiene su raíz en una infrafinanciación prolongada de un sector que permanece bajo control absoluto del Estado desde 1959. Estimaciones de fuentes no oficiales calculan que reactivar el sistema eléctrico nacional requeriría entre 8.000 y 10.000 millones de dólares, una suma fuera del alcance financiero de La Habana en el escenario actual.
Este nuevo episodio de apagón parcial revive el reciente suceso en el que Cuba permaneció “en la oscuridad” más de 24 horas tras una desconexión total del SEN el pasado 10 de septiembre, cuando el país quedó con microsistemas locales incapaces de restablecer el servicio general. Aquella falla, que dejó a amplios territorios sin luz incluso por más de 40 horas mientras las autoridades apenas lograban encender circuitos esenciales, ilustraba con crudeza la fragilidad del sistema eléctrico nacional que hoy vuelve a colapsar bajo el paraguas de explicaciones parciales.
Mientras tanto, la tormenta Melissa avanza lentamente sobre el Caribe central con vientos sostenidos de 85 km/h, y las autoridades meteorológicas advierten que podría fortalecerse en las próximas horas. En ese contexto, la fragilidad del SEN vuelve a exponer a millones de cubanos a un escenario predecible: apagones prolongados, escasa información y un futuro eléctrico cada vez más oscuro.