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La Habana-Ciego de Ávila, un viaje en Apaguistán

Energía

El ómnibus de Viazul recorre ciudades fantasmas, donde los pasajeros suben y bajan con la luz de sus celulares

Estación de Viazul en La Habana, sin luz ni aire acondicionado. / 14ymedio
Olea Gallardo

15 de julio 2025 - 11:47

La Habana/Quien no tenía abanicos, se echaba aire con cartones este lunes en el local de Viazul, del municipio habanero de Plaza de la Revolución, mientras esperaba la salida de sus respectivos ómnibus. “Qué descaro, por supuesto que antes siempre había aire acondicionado”, protestaba una mujer que tenía pasaje para Santiago de Cuba, abanicándose. “Ahora hay que conformarse con el aire que entra de las ventanas abiertas”. Un precario ventilador para toda la sala exhibía su inutilidad a pesar de estar encendido.

Que la empresa de transporte destinada al turismo extranjero –o a los cubanos con familia fuera que puedan costear el billete en divisas–, no pueda ni climatizar sus espacios, en la capital, es tan solo uno de los múltiples síntomas de la penosa situación del sistema eléctrico nacional (SEN) en esta temporada de máximo calor. En provincias, campa el desespero.

Los que iban hacia el oriente del país lo comprobaron de manera radical al llegar a Santa Clara. “Solo supimos que habíamos llegado porque el ómnibus dio un giro a la izquierda. ¡Todo estaba apagado!”, exclama ante este diario una habanera que pasa en Ciego de Ávila unos días de vacaciones con su familia. “Era solo oscuridad por todas partes: en la terminal, la gente daba tropezones, andábamos hasta asustados. No hay más que la luz de los celulares, incluso en el baño”.

“Se bajó una señora en medio de la oscuridad total y un silencio de miedo, como si el pueblo estuviera abandonado”

A la joven no le agradó escuchar un chiste de un cubano que parecía estar de visita: “Estamos en Apaguistán, dijo como esperando las risas, pero a mí no me dio gracia, porque la imagen es muy fuerte, parece que estás en medio de una película distópica”.

La misma escena se repitió en Cabaiguán: “Se bajó una señora en medio de la oscuridad total y un silencio de miedo, como si el pueblo estuviera abandonado”. En la siguiente parada, cuenta, “solo se veían siluetas de construcciones, al punto de que me perdí: no sabía dónde estaba, si ya había pasado Guayo y estaba en Sancti Spíritus o qué”.

Y peor es lo que se avecina, con la salida por mantenimiento ayer de la central Antonio Guiteras, de Matanzas, la más importante del país.

Las autoridades prevén que los trabajos duren cuatro días, aunque inicialmente iba a ser uno menos. Según indica la prensa oficial, serán tres de obras y uno para el proceso de arranque y sincronización, y las primeras incluirán la reparación de un salidero en la caldera y de la avería en una de las bombas de alimentación, la limpieza de los calentadores de aire regenerativos y la reparación y cambio de válvulas. 

Un precario ventilador para toda la sala de Viazul exhibía su inutilidad a pesar de estar encendido. / 14ymedio

Nada menos que 140 empleados de las centrales termoeléctricas (CTE) Cienfuegos, Felton, Santa Cruz y Mariel han sido convocados para el mantenimiento de la Guiteras, lo cual da la medida de la envergadura de los trabajos. “En estos momentos ya están todos los trabajadores planificados, así como los recursos”, se ufanó el director técnico de la central matancera, Román Pérez Castañeda.

Junto a la Guiteras, están fuera de servicio otras cinco unidades: dos por avería –la 2 de Felton y la 3 de la Renté– y tres por mantenimiento: la 2 de Santa Cruz, la 4 de Cienfuegos y la 5 también de la Renté. Esto supone, en energía generada, 294 megavatios (MW) de déficit.

Por falta de combustible están paradas 75 centrales de generación distribuida (662 MW) y 9 motores (150 MW) de los 12 que tiene la Suheyla Sultan, la patana de Melones, aunque el parte de este martes de la Unión Eléctrica de Cuba (UNE) prevé que 80 MW de las primeras centrales así como el cien por cien de los motores de la central flotante entren en la hora de máxima demanda, la tarde-noche.

Según el informe de la estatal, para ese horario pico se estima una disponibilidad de 1.970 MW para una demanda de 3.670 MW, con lo que el déficit será de 1.700 MW. La afectación real será de 1.770 MW, casi la mitad de la energía necesaria para el país, una cifra superior a la de ayer, que fue de 1.673 MW.

“Estamos en camino a una independencia de los combustibles fósiles importados”

Así las cosas, casi suena a broma la exposición del ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, este lunes. “Estamos en camino a una independencia de los combustibles fósiles importados”, dijo en la comisión de Industria, Construcciones y Energía del Parlamento.

Se refería el ministro, claro, a los parques solares que han estado proliferando en la Isla con la ayuda de China, que son, insistió, “una estrategia viable para recuperar el sistema electroenergético nacional”. Los 21 que ya están funcionando, sin embargo, aportan a fecha de hoy tan solo 544 MW como máximo, y únicamente en horas de pleno sol.

Vicente de la O Levy se congratuló de que se están instalando “un promedio de cinco parques fotovoltaicos al mes” y “con recursos que están en el país”, pero reconoció que “el aseguramiento de los combustibles continúa sin una perspectiva de solución sostenible”.

También se refirió a las centrales flotantes turcas, cuya marcha definitiva del país por falta de pago se esperaba para el pasado junio y que se mantienen por los pelos. “En el país llegamos a tener hasta ocho patanas y se han retirado cinco”, recordó el ministro. “Con los escasos recursos financieros, se han ejecutado pagos mínimos para mantener las patanas generando durante julio y agosto”.

“Con los escasos recursos financieros, se han ejecutado pagos mínimos para mantener las patanas generando durante julio y agosto”

Sin un ápice de autocrítica, pero exhibiendo un panorama igual de desolador que otras comisiones, como la de economía y la de salud, De la O Levy dijo que las principales causas de la escasez de energía son el aumento de equipos electrodomésticos importados –17 millones en los últimos años, indicó–, la ausencia de gas licuado y las bajas “tarifas eléctricas que no estimulan el ahorro”.

En segundo lugar colocó el decrecimiento en la producción de crudo nacional (de 3,6 millones a 2,1 millones de toneladas) y la disminución de importaciones de fueloil y diésel, por falta de divisas. Sobre los grupos electrógenos, afirmó que “no hay avances por no poder acceder a los financiamientos” y, sobre los transformadores, de los que el país necesita al año 12.000, que también pasan un momento crítico.

Respecto a los delitos que sufre el SEN, refirió que principalmente son robos de cables, combustible, aceite de transformadores y accesorios varios, así como “apropiaciones indebidas” en puntos de venta de gas.

“En la vida de un país no son nada 60 años, pero en la vida de una persona, es todo”

A los cubanos de a pie no les hacen falta los datos nefastos del ministro para saber cómo está la cosa. En la guagua que va a Santiago de Cuba como quien viaja al fondo de la noche, el aire acondicionado apenas se siente, hay asientos que no se reclinan y numeraciones repetidas en los pasajes.

Unos pocos turistas se mezclan con cubanos, estos en su mayoría emigrados. Una cubana y su pareja, un belga, contaban que iban a visitar a la familia de ella, cargados de regalos. Eran los únicos que no despotricaban del país, junto a otra cubana de oriente. Su tema de conversación: la desinformación que hay en las redes sociales sobre el tema de la violencia en Cuba, que solo “ponen mentiras”. La señora oriental presumía de tener “planta para toda la casa”, casa que ponía a disposición de la pareja con la que conversaba.

Otra pasajera, cargada con todo su equipaje hasta el asiento, se quejaba de no haberlo podido dejar abajo. “Estaba todo lleno”, relata. “Pero no entiendo: hace un rato tres personas llegaron con una pila de maletas, le pasaron un billete en dólares a una de las empleadas del salón, pero no se montaron. Quizás esa pila de maletas eran para enviar”.

Un profesor universitario clamaba sin ambages, directamente, contra Fidel Castro. “En la vida de un país no son nada 60 años, pero en la vida de una persona, es todo”, lamentaba. En su diatriba proponía, directamente, “refundar desde cero la nación”. Los cubanos, seguía, son “gente sin valores” y “muy dañada” por un sistema por el cual se pretendía culpar ahora al mandatario actual, Miguel Díaz-Canel. La responsabilidad, aseveraba, “viene de atrás: Fidel era un enfermo mental que quiso competir hasta con Dios y en todo perdió”.

Ya en Ciego de Ávila, la joven habanera reportó en la noche solo dos horas de luz. “Todo me parece tan deprimente, la gente está tan triste, esto que estamos viviendo todos en Cuba no es vida”.

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