¿Debe la oposición dialogar con el Gobierno de Cuba?

14ymedio

15 de marzo 2021 - 17:33

Sí al diálogo porque no estamos capacitados para hacer la guerra — Michel Matos - Productor
No critico al que quiera dialogar, pero yo no dialogo con asesinos — Maykel 'Osorbo' - Rapero

Desde el pasado 27 de noviembre, cuando una treintena de artistas logró forzar una reunión con el viceministro de Cultura, Fernando Rojas, tras la inédita manifestación de unas 300 personas ante el ministerio, la cuestión divide a los activistas: ¿debe la oposición cubana reconocer como interlocutor al Gobierno en un diálogo que encamine al país hacia una transición a la democracia?

La promesa de ser escuchados, arrancada a Rojas aquella jornada, fue rota por las mismas autoridades días más tarde, al no reconocer las condiciones puestas por los artistas, ya organizados como 27N. Al mismo tiempo, la Seguridad del Estado no ha dejado de vigilar y acosar a activistas y periodistas independientes en estos últimos meses.

Aun así, aquella manifestación, organizada en apoyo al Movimiento San Isidro (MSI), varios de cuyos miembros habían estado acuartelados y en huelga de hambre por la libertad del rapero Denis Solís y que el 26 de noviembre habían sido violentamente desalojados de su sede, generó una nueva esperanza.

Aquella manifestación, organizada en apoyo al Movimiento San Isidro (MSI) generó una nueva esperanza

El último episodio fue el estreno de la canción Patria y vida, el pasado 16 de febrero, a cargo del dúo Gente de Zona, Yotuel Romero, Descemer Bueno, Maykel Osorbo y El Funky, cuyo lema han hecho suyo las principales organizaciones opositoras, dentro y fuera de la Isla.

Precisamente con el nombre de Patria y Vida lanzó el MSI este mes de marzo una plataforma para convocar a un "diálogo nacional" con todos los actores de la sociedad, incluyendo el Gobierno, y construir una Cuba que represente "un hogar seguro para todos", además de superar la grave crisis que padece la nación a través de "soluciones pacíficas y cívicas".

Sin embargo, no todos están de acuerdo en incluir al Gobierno como parte negociadora.

Luis Manuel Otero Alcántara, líder del MSI, puso sobre la mesa el dilema, al declarar a 14ymedio que "no puede haber un diálogo en Cuba sin la parte sistémica, sin la parte régimen", pero que ello "tiene que ser con carácter". Desde una cuenta oficial, al día siguiente, el MSI aclaró que "el Gobierno cubano jamás ha querido hablar con las y los cubanos" y que la propuesta de diálogo "no lo incluye". "Esto es un diálogo ciudadano para debatir entre nosotros el futuro de nuestro país", puntualizaron.

En una conferencia de prensa ofrecida el pasado viernes, el propio Alcántara y otros miembros del MSI, Michel Matos, Iris Ruiz y Amaury Pacheco, se extendieron sobre el tema, aclarando que el Gobierno no sería el principal interlocutor.

"Yo no veo otra manera de transicionar hacia un Estado de derecho democrático que no sea dialogando en algún punto con las actuales autoridades totalitarias cubanas"

"Yo no veo otra manera de transicionar hacia un Estado de derecho democrático que no sea dialogando en algún punto con las actuales autoridades totalitarias cubanas", dijo Matos, quien recordó que, en otros países, "cada vez que se ha salido de una dictadura ha sido bajo los parámetros de acuerdos, negociaciones, protocolos de hoja de ruta o una agenda de diálogo, donde se llega a un entendimiento en un punto clave que implica la transición".

"Yo he escuchado expresiones como 'que recojan las maletas y se vayan', dirigidas hacia los comunistas, y yo pregunto si esto es realista", declaró. "La otra alternativa que queda para salir de una situación tan terrible es una que no nos podemos permitir ni estamos capacitados para hacer, que es básicamente la guerra".

De igual manera, Amaury Pacheco expresó: "Como sociedad civil hemos puesto en la mesa el diálogo y el Gobierno ha reculado. Se necesita de ese intercambio para tener un programa de cómo vamos a transitar porque el Partido Comunista no va a coger las maletas e irse. Hay que plantar programas conscientes y que la ciudadanía los conozca".

Dentro del propio Movimiento San Isidro, uno de los más contundentes a la hora de rechazar el diálogo ha sido Maykel Osorbo, que en un directo realizado a través de su perfil de Facebook fue muy claro: "No critico al que quiera dialogar, pero yo no dialogo con asesinos".

Osorbo, uno de los autores del tema Patria y vida, y que ha sufrido varias detenciones en las últimas semanas, cree que no se dan las circunstancias adecuadas y se pone a sí mismo como ejemplo de perjudicado por la política represiva de un Gobierno con el que no contempla sentarse.

"No diálogo porque mi vida peligra. Con dictadores no se dialoga. Lo digo desde la experiencia personal. A mí me golpean todos los días, me acosan, me amenazan. Con esa violencia no se dialoga conmigo. Fuimos a dialogar el 27 de enero y vieron lo que pasó", señala en alusión al día en que el propio ministro de Cultura, Alpidio Alonso terminó propinando un manotazo a los manifestantes que se acercaron pidiendo conversar.

"A mí me golpean todos los días, me acosan, me amenazan. Con esa violencia no se dialoga conmigo. Fuimos a dialogar el 27 de enero y vieron lo que pasó"

El artista pone en duda también que realmente se esté contemplando como opción sentarse con el régimen e indica que la alusión a otras sensibilidades debe referirse a la oposición que llama tradicional, citando a José Daniel Ferrer como ejemplo.

Martha Beatriz Roque, que pertenece a esa oposición tradicional, también ha fijado su postura a través de un artículo publicado en Cubanet en el que recuerda otros momentos históricos de llamada a un diálogo nacional, como en su día propuso Oswaldo Payá con la iniciativa del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), que acabó naufragando con la trágica muerte de su fundador.

"Siempre se ha dicho que dialogar con la dictadura es lo mismo que hablar con sordos, sin lenguaje de señas. De hecho, a aquellos que votan por el diálogo, en algunos círculos de los opositores y también del exilio, se les ha llamado con el sustantivo despectivo: 'dialogueros'", dice la expresa política y miembro del Grupo de los 75.

A su juicio, los debates públicos entre defensores y detractores del diálogo solo benefician al Gobierno, que ve la desunión entre los opositores y cree que cualquier diferencia debería ventilarse en privado, pero sobre todo propone que se pueda partir de una premisa para hablar de dialogar, el único punto común que a su juicio une a la oposición "y que debía ser la base de cualquier entendimiento: la libertad de los presos políticos".

Mientras, las declaraciones más duras han llegado desde el exilio. El influencer Alex Otaola ha clamado contra el diálogo con una frase breve y directa: "No se puede dialogar con el represor".

En un vídeo de su canal de YouTube, el popular comunicador se burla de quienes piden sentarse con el Gobierno para echar a andar el proceso y los acusa de ser colaboradores del régimen. "Maduro ha ganado años en el poder por la blandenguería de Capriles, de este y el otro, mientras los venezolanos siguen muriendo", denuncia.

Otaola considera que estos llamamientos a conversar son cosméticos y el Gobierno los lanza para influir en Washington haciendo ver que sí está dispuesta a negociar dentro de la Isla. "¿Con quién va a dialogar esta plataforma? 'Entre todos los cubanos de todas las corrientes políticas, todos los pensamientos... Buche y pluma na' más. No se puede dialogar con dictadores", sentencia.

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