Con Dina Boluarte cae la presidenta más impopular de Latinoamérica
Perú
El nuevo presidente interino de Perú, José Jerí, prometió empezar a construir bases de reconciliación en el país
Lima/Aunque llegó a la jefatura del Estado en diciembre de 2022 como una incógnita tras la destitución de Pedro Castillo por intentar dar un golpe de Estado, Dina Boluarte terminó convirtiéndose en la presidenta más impopular de Latinoamérica, mientras los peruanos la acusaban de incapaz, frívola y hasta "asesina". Boluarte, que fue destituida este jueves en la noche por una abrumadora mayoría del Congreso, no contó durante su gestión con un partido ni una bancada propia, aunque permaneció en el cargo durante casi tres años respaldada por agrupaciones conservadoras, como el partido fujimorista Fuerza Popular.
El partido, que lidera Keiko Fujimori, hija y heredera política del ex presidente Alberto Fujimori (1990-2000), finalmente se sumó a las voces parlamentarias que apoyaron de manera casi unánime su destitución por su presunta incapacidad para enfrentar el embate del crimen organizado en el país. La gota que colmó el vaso fue el ataque con armas de fuego que sufrió durante la noche del domingo uno de los más populares grupos de música cumbia del país, mientras presentaba un concierto en un local del Ejército de Perú, en Lima.
Este ataque, que dejó heridos a cuatro integrantes de la agrupación Agua Marina y a un vendedor, generó el rechazo ciudadano ante lo que se consideró una inacción del Ejecutivo para solucionar el incremento de la criminalidad, que afecta a todos los sectores sociales del país.
Natural de la provincia andina de Apurímac, esta abogada de 63 años llegó a la presidencia tras ser elegida como vicepresidenta de Castillo, del que fue ministra hasta poco antes de que intentase un golpe de Estado para evitar su destitución. Su carrera política hasta entonces se limitaba a haber sido candidata a alcaldesa del municipio de Lima donde reside. Antes había sido funcionaria en el Registro Civil.
Boluarte comenzó su gestión el 7 de diciembre de 2022 en medio de anuncios de fortalecimiento del sistema democrático y la economía, pero se dio de bruces con la realidad de no contar con una bancada parlamentaria que la respaldara y el rechazo de un gran sector de la ciudadanía, sobre todo de las regiones del sur del país. El paso de los meses solo hizo empeorar su mala imagen entre los peruanos, al punto de que en todos los sondeos de opinión de los últimos meses apareció como la gobernante más impopular de Latinoamérica, al contar con solo un 3% de aprobación, una cifra dentro del margen de error de las encuestas.
La permanencia de su Gobierno quedó en manos, entonces, de las fuerzas conservadoras que rechazaron diferentes propuestas para intentar sacarla del cargo, sobre todo después de que las protestas sociales que se desarrollaron entre diciembre de 2022 y marzo de 2023 dejaran medio centenar de personas muertas. Hasta seis mociones previas de destitución fracasaron gracias al apoyo de partidos como Alianza para el Progreso, del gobernador regional César Acuña, y Fuerza Popular, de Fujimori.
Durante su mandato, la Fiscalía abrió contra Boluarte numerosas investigaciones por la violenta represión de las manifestaciones
Durante su mandato, la Fiscalía abrió contra Boluarte numerosas investigaciones, tanto por la violenta represión de las manifestaciones, dentro de la que se contemplan los delitos de homicidio, genocidio y lesiones graves, así como por un presunto enriquecimiento ilícito en el llamado caso Rolexgate tras haber exhibido joyas costosas y relojes de lujo no declarados. La ahora ex mandataria también es investigada por presuntamente haber favorecido la fuga de Vladimir Cerrón, el líder del partido marxista Perú Libre, en el que militó hasta 2022.
Se le investiga, además, por no haber cumplido con la obligación de notificar debidamente al Congreso de que iba a estar incapacitada para gobernar cuando fue sometida en secreto a una serie de operaciones de cirugía estética en la nariz y el rostro.
El Ministerio Público sigue realizando pesquisas, por otra parte, sobre la denuncia de que se reunió con la entonces fiscal general Patricia Benavides, destituida luego por presuntamente liderar una red corrupta en el propio ministerio, con el fin de archivar una denuncia en su contra a cambio de mantener al director de la Policía.
El pasado 19 de agosto, el Tribunal Constitucional (TC) concluyó que se debían suspender las investigaciones, y cualquier eventual acusación, contra Boluarte hasta el término de su mandato, que debía concluir el 28 de julio de 2026, ya que contaba con la inmunidad que le otorga su cargo. Con su destitución por una "permanente incapacidad moral", Boluarta se suma a una lista de mandatarios que siguieron el mismo camino desde 2018: de Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018) a Martín Vizcarra (2018-2020), y su antecesor Pedro Castillo (2021-2022).
Boluarte fue destituida este jueves de manera fulminante sin que nadie lo pudiese prever al comenzar el día. A medida que se acercan las elecciones de 2026, la enorme impopularidad de Boluarte comenzó a ser un lastre para los partidos que la respaldaban y que poco a poco comenzaron a criticarla por su gestión y, en algunos momentos, a volverse momentáneamente oposición para luego volver su posición inicial de respaldo a la gobernante.
El detonante que motivó a activar el proceso de destitución de Boluarte fue la escalada de criminalidad a nivel nacional y las nuevas protestas registradas en las últimas semanas en el centro de la capital Lima lideradas por la denominada Generación Z, así como un masivo para de autobuses de transporte urbano que el lunes paralizó la capital ante una ola de extorsiones y asesinatos de conductores.
Sin que nadie lo esperara y menos él mismo, el abogado y congresista de 38 años José Jerí (1986) se convirtió en la madrugada del viernes en el nuevo presidente interino de Perú
Sin que nadie lo esperara y menos él mismo, el abogado y congresista de 38 años José Jerí (1986) se convirtió en la madrugada del viernes en el nuevo presidente interino de Perú, tras un paso por el Parlamento relativamente discreto pero con la gran mancha de una denuncia por violación sexual a inicios de año que se archivó hace dos meses.
Después de la destitución exprés de su predecesora Dina Boluarte unos minutos antes, el que hasta este jueves era el presidente del Congreso juró el cargo por todos los peruanos y lució la banda presidencial en un discurso en el que aseguraba que asumía con humildad la presidencia "para instalar y dirigir un gobierno de transición, de empatía y de reconciliación nacional".
Jerí nació en Jesús María, un distrito de clase media de la capital Lima, y estudió derecho en la estatal Universidad Nacional Federico Villarreal. Obtuvo el título de abogado en la Universidad Inca Garcilaso de la Vega. Desde 2013 está afiliado al partido de derecha Somos Perú, formación en la que desempeñó varios cargos. Se postuló un par de veces a las elecciones municipales para entrar a la Municipalidad de Lima pero no fue elegido.
Pese haber recibido apenas unos 11.600 votos en las elecciones parlamentarias de 2021, se convirtió en congresista al ser suplente del ex presidente Martín Vizcarra. Este pequeño golpe de suerte le abrió las puertas del Congreso, y durante su periodo como parlamentario fue autor de numerosas leyes sobre temas como seguridad, empleo, economía, educación universitaria, salud, pesca y deporte, entre otros.
El 26 de julio de 2025 fue escogido como cabeza del Legislativo. "A mis 38 (años) asumo el reto de dirigir el Congreso. Hoy vivo con orgullo esta responsabilidad, donde la energía de mi edad se combina con una firme vocación política y de servicio a nuestra nación. Quiero decirles a los jóvenes que la política necesita de sus ideas y, sobretodo de su amor por Perú", escribió en redes sociales cuando fue elegido como cabeza del Legislativo.
Durante su periodo como congresista, medios locales revelaron que Jerí enfrenta supuestas acusaciones de corrupción cuando pertenecía a la Comisión de Presupuesto del Parlamento, por haber beneficiado un proyecto de la región de Cajamarca. Pero el principal cuestionamiento sobre el nuevo presidente es la denuncia por violación sexual abierta en su contra en enero de 2025, que finalmente fue archivada en agosto por falta de evidencias. Jerí y otro hombre fueron denunciados por una mujer que afirmó haber sufrido un ataque sexual en una reunión social a la que acudió el legislador el pasado 29 de diciembre de 2025 en el distrito de Canta, al noreste de Lima.
Durante su periodo como congresista, medios locales revelaron que Jerí enfrenta supuestas acusaciones de corrupción
"Hoy, luego de casi ocho meses puedo decir públicamente lo que había mencionado ya en reiteradas oportunidades sobre la denuncia principal que se me imputó", dijo Jerí cuando se conoció la resolución. "Puedo decir que se ha ratificado lo que ya les había dicho, de que yo no tuve ningún tipo de participación. Yo no tuve ningún tipo de participación directa o indirecta; y se comprueba con ese pronunciamiento fiscal mi completa inocencia", agregó.
Pese al archivo de la denuncia, poco antes de ser elegido presidente, la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (Cnddhh) emitió un comunicado en el que rechazaba su nombramiento. "Es importante no olvidar que ningún funcionario con denuncias o cuestionamientos graves debería asumir la más alta representación del Estado. La presidencia de la República no puede recaer en José Jerí, presidente del Congreso, quien fue denunciado por violación. Perú necesita liderazgos con integridad. No más impunidad desde el poder", indicó el organismo de derechos humanos.