Baile de petroleros en el Caribe: Chevron con crudo venezolano, tanqueros confiscados y tres buques para Cuba
Petróleo
Delcy Rodríguez afirma que el país cumple con "los compromisos asumidos", mientras EE UU aún persigue al tanquero 'Bella-1' al que intentó abordar este domingo
Madrid/El puerto de Freeport, en Houston, se prepara para recibir el próximo domingo 28 al Canopus Voyager, cargado "con petróleo venezolano rumbo a los Estados Unidos", en "estricto apego a las normas y en cumplimento de los compromisos asumidos" por la industria petrolera. Así lo anunció la vicepresidenta ejecutiva y ministra de Hidrocarburos, Delcy Rodríguez, este domingo, a la vez que reivindicaba la responsabilidad de Venezuela con sus obligaciones.
"Venezuela siempre ha sido y seguirá siendo respetuosa de la legalidad nacional e internacional. ¡Nada ni nadie detendrá a nuestra patria en su camino de avance y victoria!", dijo Rodríguez, quien compartió un vídeo que muestra al barco y a un miembro de la tripulación que precisa la cantidad –500.000 barriles– y el tipo de combustible –Special Hamaca Blend– que traslada.
La salida de este tanquero, con bandera de Bahamas, se produjo el sábado, un día antes de que EE UU comenzara una “persecución activa” contra otro petrolero cargado con crudo de Pdvsa cuya situación sigue siendo confusa. Se trata del Bella-1, con bandera guyanesa, y según CNN el personal de la Guardia Costera intentó abordarlo este domingo, pero el buque continuó navegando, lo que llevó a la persecución.
“La Guardia Costera de Estados Unidos está en persecución activa de una embarcación sancionada de la flota fantasma que forma parte de la evasión ilegal de sanciones de Venezuela”, dijeron al menos dos funcionarios estadounidenses al canal. “Está navegando bajo bandera falsa y bajo una orden judicial de incautación”.
El Bella-1, sancionado por sus vínculos con la Guardia Revolucionaria de Irán, se dirigía ayer a Venezuela para recoger petróleo cuando se ordenó confiscarlo. Además, el sábado se había hecho lo mismo con el Centuries, un tanquero registrado en Panamá que también formaba parte de la flota fantasma utilizada para transportar crudo venezolano sancionado. Según la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, este barco se utilizaba para “traficar petróleo robado y financiar el régimen narcoterrorista de Maduro".
El concepto empezó a acuñarlo la pasada semana el presidente de EE UU, Donald Trump, y la Casa Blanca lo defendió mediante el subjefe de gabinete Stephen Miller, que el miércoles dijo que la nacionalización de 1976 por parte de Caracas era “el mayor robo” de la historia estadounidense.
“El sudor, el ingenio y el trabajo estadounidenses crearon la industria petrolera en Venezuela. Su expropiación tiránica fue el mayor robo registrado de riqueza y de propiedad estadounidense”, escribió Miller en X. “Estos bienes saqueados se utilizaron para financiar el terrorismo e inundar nuestras calles de asesinos, mercenarios y drogas”, agregó el asesor de Trump, aunque los usuarios lograron crear una nota de la comunidad contextualizando los hechos. Entre las precisiones, con citas a la propia legislación estadounidense, se indica que fueron trabajadores venezolanos quienes construyeron las instalaciones y que las compañías norteamericanas fueron compensadas económicamente por la nacionalización.
La industria petrolera venezolana fue nacionalizada el 1 de enero de 1976, durante la primera presidencia de Carlos Andrés Pérez, y se reservó los derechos de exploración y explotación de los yacimientos del país a la compañía estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa). Más tarde, en 2007, Hugo Chávez modificó las reglas sobre la industria petrolera para obligar a las transnacionales a convertirse en socias minoritarias de Pdvsa o retirarse del país.
La polémica comenzó el pasado 10 de diciembre, cuando Washington ordenó incautar el sancionado Skipper, que acababa de dejar una cantidad de miles de barriles de crudo venezolano en Cuba y seguía rumbo a Asia, para vender a China el resto de la carga, dejando al descubierto un modus operandi de La Habana del que se hablaba hacía tiempo. El esquema implica que, del petróleo que la Isla adquiere de Venezuela, se quede con una pequeña cuota para sus necesidades y revenda el resto a Pekín para obtener divisas.
Caracas ha rechazado las incautaciones de EE UU como un "robo" e insiste en que ejercerá "todas las acciones correspondientes"
Caracas ha rechazado las incautaciones de EE UU como un "robo" e insiste en que ejercerá "todas las acciones correspondientes". Maduro, en concreto, ha tachado de "piratería de corsarios" estas confiscaciones y ha añadido que su país lleva “25 semanas denunciando, enfrentando y derrotando una campaña de agresión que va desde el terrorismo psicológico hasta los corsarios que han asaltado petroleros".
Mientras tanto, la paradoja es que EE UU continúa beneficiándose del petróleo que saca de Venezuela Chevron, gracias a una licencia otorgada por la Administración Trump que permite a la compañía exportar a EE UU la mitad de su producción y regula los pagos al Gobierno de Caracas. En noviembre, la compañía extrajo 150.000 barriles por día, frente a los 128.000 de octubre. Además, la empresa es también suministradora de nafta de EE UU para las empresas conjuntas que operan con permiso de Washington, lo que ha contribuido a elevar las importaciones de crudo ligero y combustible, que se duplicaron a unos 167.000 bpd desde los 74.000 bpd en octubre.
A la vez, EE UU no ha puesto ningún impedimento para que lleguen a Cuba petroleros sancionados por la Unión Europea. Este martes se espera que llegue a Matanzas el Jasper, un tanquero de la flota fantasma rusa, que lleva bandera de Vanuatu y traslada 300.000 barriles de crudo ruso según Jorge Piñón, investigador de Energía de la Universidad de Texas.
En mayo, la UE sancionó a este buque por su aportación a las arcas rusas, que pueden así continuar con la invasión de Ucrania "utilizando prácticas de envío irregulares de alto riesgo, como se especifica en la Resolución A.1192(33) de la Asamblea General de la Organización Marítima Internacional". Además, Reino Unido y Suiza se sumaron a estas medidas en los meses posteriores.
La carga se sumará a las que viajan desde México a la Isla, un total de 80.000 barriles de combustible a bordo del Eugenia Gas y el Ocean Mariner, ambos con bandera de Liberia. El segundo, según las aplicaciones de localización de barcos, llegará a La Habana este martes, mientras que el primero podría haber llegado a Moa ya la pasada semana, aunque el puerto cubano no ha declarado su arribo.