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"No me dio tiempo ni a coger la cartera, así que me quedé sin nada"

Un edificio de tres pisos se viene abajo en Centro Habana de madrugada, dejando sin hogar a todos sus vecinos

El desplome de un edificio en las calle Lucena y San Rafael, en Centro Habana, deja sin techo a varias familias. (14ymedio)
14ymedio

14 de octubre 2020 - 18:56

La Habana/Un chirrido ensordecedor, como de metal doblándose, fue la señal que recibieron los vecinos de un edificio de tres pisos en la calle Lucena, entre San Miguel y San Rafael, en Centro Habana, antes de que se les viniera abajo su casa, dejándolos sin nada.

"Fue alrededor de las 3:30 de la mañana. Un vecino que estaba viendo televisión a esa hora fue el que comenzó a avisar a todos, alertado por el ruido del edificio que fue cediendo y rajándose poco a poco, lo que permitió que todos pudieran salir", contó a este diario un residente.

"El perro empezó a ladrar muy intranquilo y nadie sabía lo que le pasaba", comenta otro residente en el inmueble que tras ver la reacción nerviosa de su mascota decidió salir con lo puesto. "No me dio tiempo ni a coger la cartera, así que me quedé sin nada".

Las caras largas reflejan el sentir del grupo que lo ha perdido todo y ahora no sabe dónde dormirán la próxima noche

Vecinos que viven cerca del edificio también declararon a 14ymedio que se sintió un ruido ensordecedor "como un metal doblándose" que permitió que las personas corrieran y despertaran a los demás residentes. "Cuando salieron, justo en ese momento, se cayó".

Según un vecino que todavía no pasa el susto, se derrumbó la parte trasera del inmueble y todo el interior: "Las puertas de un local en los bajos se desprendieron y quedaron fuera".

En una esquina cercana al derrumbe, frente al consultorio médico de la comunidad, están concentrados los habitantes que escaparon del desplome. "Supongo que le están tomando la presión", comentó alguien que pasaba por el lugar.

Las caras largas reflejan el sentir del grupo que lo ha perdido todo y ahora no sabe dónde dormirán la próxima noche. Un hombre llorando sentado en la acera es parte de la triste escena de quienes, en el mejor de los casos, tendrán que ir a uno de los albergues saturados que hay en la ciudad, donde la media de espera para poder mudarse a una vivienda supera los diez años.

Otros se irán a casa de un familiar mientras terminan de procesar la noticia de que ya no tienen una vivienda propia. Algunos vecinos no pierden la oportunidad para intentar recuperar algún ladrillo que haya caído sobre la calle tras el derrumbe, y los antiguos residentes le piden a la policía que evite que nadie entre para que no le roben las pertenencias que pudieron haberse salvado tras el desplome.

En las cuadras de acceso al lugar llama la atención que hay una veintena de agentes desplegados y aseguraron con cintas amarillas para impedir el paso.

La zona, que recién había empezado a retomar su ritmo después de las restricciones impuestas por la pandemia, tiene varios comercios estatales con mucha afluencia como panaderías, una pizzería y otras tiendas. Este miércoles algunos de ellos han permanecido cerrados por estar en el área acordonada por la policía.

El derrumbe de este miércoles se ubica a pocos metros del inmueble de la esquina de Belascoaín y San Miguel donde el pasado julio falleció un trabajador de la empresa Comunales al caerle encima parte de un muro mientras barría la calle. "Esta zona está en muy mal estado, aquí no se rehabilitan edificios desde hace mucho tiempo", asegura una vecina.

Centro Habana, sin la belleza colonial de La Habana Vieja ni los modernos edificios de El Vedado, ha sido por décadas un municipio caracterizado por la elevada presencia de ciudadelas, los problemas de infraestructura, el hacinamiento y una alta densidad poblacional. Muchos de sus inmuebles son de principios del siglo XX y llevan más de cincuenta años sin recibir reparaciones, ni siquiera pintura en sus fachadas.

A finales de septiembre, 14ymedio también reportó un derrumbe que ocurrió en un edificio multifamiliar de la calle Amargura, entre Aguacate y Compostela, en La Habana Vieja, en el que una mujer de 74 años perdió la vida.

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