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La nueva dolarización solo puede crear más desigualdad social en Cuba

Cuba

El economista Pavel Vidal considera que el Gobierno vuelve a estrategias del pasado que fracasaron

Claramente no se van a dolarizar todas las empresas privadas, y el Ministerio de Economía y Planificación decidirá cuáles. / El Artemiseño
14ymedio

15 de diciembre 2025 - 15:37

Madrid/No es solo que las nuevas reglas del Gobierno sobre el mercado de divisas ofrezcan aún muchas incógnitas, sino que pueden seguir ahondando la crisis sistémica en Cuba. Eso, al menos, es lo que piensa el economista Pavel Vidal, al frente del Observatorio de Monedas y Finanzas de Cuba (OMFi), asociado al medio independiente El Toque.

En un informe hecho público este lunes, el especialista analiza cómo afectará lo que llama “redolarización”, que tiene como objetivo fundamental “desplazar el mercado informal y reorientar las remesas y otros flujos en divisas hacia el sistema financiero formal”, o sea, captar divisas para unas arcas en ruinas. Para ello, se basa en anteriores medidas similares y en las pocas novedades que aportan las medidas anunciadas la semana pasada.

Estas son, recuerda, solamente dos. Una, que, a diferencia de otros momentos, como la dolarización parcial en los noventa o los “esquemas de dualidad” que se establecieron después, primero con el CUC y luego con la moneda libremente convertible (MLC), ahora se permitirá al sector privado operar cuentas bancarias y hacer pagos en divisas. La otra, que se pone sobre la mesa la intención de construir un “esquema cambiario oficial”.

El beneficio que se podría obtener, "puntual y fragmentado", opina el economista, "podría ser rápidamente opacado por los efectos dañinos"

Por lo demás, reitera Vidal, “se trata del regreso a un esquema monetario dual que, además, conserva otras características que han estado presentes desde los años noventa: tasas de cambio múltiples y manejo centralizado y discrecional de los recursos en divisas del país”. Según explica, con las nuevas normas el régimen intenta “aislar sectores y mercados del peso cubano y de su inestabilidad” –en concreto, los conectados al comercio exterior– y, con ello, evitar que “al menos algunas partes de la economía no sigan colapsando”. Sin embargo, el beneficio que se podría obtener, “puntual y fragmentado”, opina el economista, “podría ser rápidamente opacado por los efectos dañinos que producen los esquemas monetarios y cambiarios duales si no se generalizan políticas y reformas que abarquen todo el aparato productivo y la fuerza de trabajo”.

Tres problemas puede acarrear esta “redolarización”, dice el experto: más desigualdad y más “distorsiones”, además de “segmentaciones”, lo cual impediría el crecimiento de la economía a largo plazo. Lo primero, porque la dolarización real no se extiende solo a las empresas conectadas con el sector exportador, sino que abarca el mercado interno. “La mayor parte de los salarios y las pensiones siguen en pesos cubanos mientras que se dolariza el acceso a bienes y servicios que consumen los hogares”, discurre Vidal. “Se agranda así la brecha social, en la cual quedan relegadas las familias sin acceso a remesas y otras fuentes de divisas”.

En cuanto a las “distorsiones”, refiere, se producirán porque las medidas van acompañadas de “tasas de cambio múltiples”, de tal suerte que “los precios y costos relativos dejan de«hablar el mismo idioma”. Vidal discurre: “Lo que parece rentable a una tasa puede ser un espejismo a otra. Esto altera los incentivos económicos y empuja a decisiones económicas equivocadas a nivel micro y macroeconómico”. 

La segmentación, por último, implica que “se forman circuitos y cadenas de valor que no están bien conectados”, “dos economías dentro de una, con débiles o inexistentes vasos comunicantes”. En este panorama, un eventual mercado cambiario oficial –del que no hay noticias todavía– “podría intentar reducir las segmentaciones, pero existen muchas dudas sobre qué grado de convertibilidad realmente le ofrecerá al peso cubano y si el acceso a las divisas será realmente competitivo o estará interferido por intereses políticos y preferencias a favor de la empresa estatal”. 

"Ello incentiva un oscuro lobby empresarial-burocrático para poder quedar dentro de los elegidos"

La nueva dolarización, sentencia el economista, es extremadamente imprecisa. “Hay sectores donde queda más claro que podrán usar el dólar como medio de pago y reserva de valor”, como exportadores, la Zona Especial de Desarrollo de Mariel (ZEDM), inversores extranjeros, misiones diplomáticas o proyectos de cooperación internacional, pero, señala, “en otros aspectos el margen para la discrecionalidad es enorme y, por tanto, para la arbitrariedad y la distribución de privilegios”.

Y prosigue: en el mercado interno o permitirles usar dólares porque sustituyen importaciones”, porque exportar “es verificable”, pero “medir quién se encadena o sustituye importaciones puede ser tan amplio o estrecho como se quiera”.

Claramente, asevera, no se van a dolarizar todas las empresas privadas y el Ministerio de Economía y Planificación decidirá cuáles, así que la conclusión es obvia: “Ello incentiva un oscuro lobby empresarial-burocrático para poder quedar dentro de los elegidos”. La mayor parte de las mipymes, en fin, van a tener que seguir operando en moneda nacional y, aunque su anhelo es acceder “de forma legal, segura y con mayor estabilidad” a la compra de divisas, sin tener que recurrir al mercado ilegal, y que ello conlleve, además, una bajada del precio del dólar, esto puede no darse.

“Existe el riesgo de que el mercado cambiario oficial no alcance para todos y priorice ventas a empresas estatales (sujeto principal de la economía nacional según la Constitución)”, afirma Vidal. “Si los bancos disponen de pocos dólares y tienen que decidir entre vender a una empresa estatal o a una mipyme, el sesgo político dejaría relegado al sector privado”. Es decir, lo que pasa a fecha de hoy.

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