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El régimen sugiere que EE UU está detrás de la "sospechosa coincidencia de virus en Cuba"

Epidemia

Se trata de desprestigiar el turismo, ya que esto “puede afectar la mayor entrada de divisas al país en momentos de la crisis económica que atraviesa” la Isla

Fumigación en Matanzas, donde comenzó a agravarse el brote este septiembre. / Girón
14ymedio

14 de octubre 2025 - 06:06

Madrid/Después de varios días circulando en blogs y medios oficialistas más o menos alternativos, la prensa oficial se ha decidido a publicar un artículo en el que el analista político de Razones de Cuba Arthur González insinúa que la situación epidemiológica no es “casual” y forma parte de la “guerra biológica” contra Cuba, tras la que se encuentra, sostiene, EE UU. 

El artículo, titulado Sospechosa coincidencia de virus en Cuba obliga a recordar el pasado, fue publicado originalmente en El Heraldo Cubano, un blog oficialista entregado a “divulgar la verdad que censura el monopolio mediático” –no se refiere, con ese calificativo, a los medios estatales de la Isla, sino a la prensa supuestamente vinculada a EE UU–, pero lo ha reproducido este martes el diario provincial de Cienfuegos 5 de septiembre, lo que supone dar respaldo oficial a la teoría conspiratoria. 

El autor señala que el chikungunya no estaba en Cuba desde la epidemia de 2015, pero este julio, diez años después, se detectó el primer brote en Matanzas, “donde está enclavada la playa de Varadero, uno de los destinos turísticos de sol y playa más importantes del país, con el mayor número de visitantes al ser considerada entre las mejores playas del mundo según instituciones internacionales, con excelentes hoteles administrados por prestigiosas cadenas internacionales”.

El autor señala que el chikungunya no estaba en Cuba desde la epidemia de 2015, pero este julio, diez años después, se detectó el primer brote en Matanzas

Tras una descripción de Varadero en julio de 2025 que en poco se parece a la realidad –ese mes, toda la Isla recibió a apenas 190.747 turistas–, el post identifica el punto en el que comenzaron a reportarse los primeros casos: el municipio de Perico, a casi 70 kilómetros del balneario, ubicado –además– en un cayo. Desde ahí, afirma, se extendió a Máximo Gómez, a más de 50 kilómetros. 

El Ministerio de Salud identificó, en efecto, varios casos de chikungunya este julio, un foco que se circunscribió casi en exclusiva a Perico, aunque se enviaron brigadas sanitarias desde distintos puntos de la provincia. A mediados de mes, ese foco se dio por controlado, aunque continuó la vigilancia por el incremento de Aedes Aegyptis propio de la temporada. 

No fue hasta septiembre cuando la situación volvió a empeorar en la provincia de Matanzas, en este caso afectando con más virulencia a la ciudad cabecera y Cárdenas. Después de semanas de advertencias en redes sociales y la prensa independiente, la oficial ha terminado admitiendo la gravedad de una situación en la que la falta de agua, los apagones, la basura y la escasez de medicamentos y medios sanitarios han sido caldo de cultivo ideal para la propagación del dengue, el oropouche y el chikungunya. 

González sostiene que esto no es casualidad y no le falta razón. Las causas antes citadas han sido reconocidas por la propia prensa oficial a lo largo de los últimos días. Pero para él se trata, como mínimo, de desprestigiar el turismo, ya que esto “puede afectar la mayor entrada de divisas al país en momentos de la crisis económica que atraviesa Cuba”.

Para el autor, el comienzo de la crisis coincide con el lanzamiento del turismo cubano en varias ferias internacionales y la campaña vacacional de distintos destinos –verano o invierno, según la latitud–. “El brote avanzó rápidamente en los municipios de Matanzas y Cárdenas, donde reside la mayor parte de los trabajadores del turismo en Varadero, los que pueden enfermarse y transmitirla a los turistas”, sostiene.

En medio del agravamiento de la situación, EE UU lanzó una advertencia a los viajeros hace dos semanas, en la que daba recomendaciones sanitarias a quienes eventualmente tengan la Isla como destino. Estas medidas son las normales. Casi la totalidad de países dan indicaciones a sus nacionales de los riesgos o medidas a tomar en cuenta cuando salen al extranjero, ya sea para avisarles de fenómenos naturales, posibilidad de atentados terroristas, escasez de productos o precauciones frente a robos. Pero para González son un acto sospechoso. 

Para González, la situación recuerda a “lo sucedido en mayo de 1981, cuando se detectó de manera similar la epidemia de dengue hemorrágico” en Boyeros, donde se ubica el Aeropuerto Internacional José Martí

“Llama la atención que el martes 30 de septiembre de 2025, el Gobierno de Estados Unidos haya emitido una alerta sanitaria para sus ciudadanos en Cuba ante el brote de chikungunya, cuando los estadounidenses tienen prohibido viajar a la Isla como turistas y el presidente Donald Trump eliminó las licencias que permitían visitar Cuba, lo que traslada una alarma a todos los posibles visitantes de otras partes del mundo”, apunta. E insiste, más adelante: “¿Por qué esta alerta cuando es mínimo el número de visitantes estadounidenses a la Isla?”.

Para González, la situación recuerda a “lo sucedido en mayo de 1981, cuando se detectó de manera similar la epidemia de dengue hemorrágico” en Boyeros, donde se ubica el Aeropuerto Internacional José Martí. “Nunca podremos olvidar lo que declaró en la Corte de New York en 1984 Eduardo Arocena, asesino terrorista de origen cubano y miembro de organizaciones anticubanas al servicio de la CIA: ‘Pertenezco a un grupo cuya misión era la de obtener ciertos gérmenes patógenos e introducirlos en Cuba’. 

El texto prosigue mencionando los artículos dedicados a la guerra biológica contra Cuba que escribieron el periodista Warren Hinckle y el ex agente del FBI William Turner y sostiene que la Isla “ha sido víctima de decenas de acciones” de este tipo por parte de EE UU para “afectar su economía”, incluyendo la fiebre porcina africana, que provocó el sacrificio de masa porcina en el país.

“El chikungunya se detectó por primera vez en 1952 en Tanzania y Cuba nunca padeció de ese virus hasta hace muy pocos años. Por tanto, estas epidemias no pueden ser tan casuales”, zanja.

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