En un reportaje triunfalista, Canal Caribe infla los datos de la producción petrolera en Cuba
Energía
Un ingeniero admite que no será suficiente para "resolver el déficit de generación”
Madrid/“Energas se ha convertido en la termoeléctrica más grande que tiene el país en estos momentos”. Las declaraciones a Canal Caribe de Luis Rolando Eres Grass, ingeniero de la Empresa de Perforación y Extracción de Petróleo de Occidente, dan cuenta de la importancia para Cuba de las plantas de gas de Boca de Jaruco (Mayabeque) y Varadero (Matanzas), que proporcionan al sistema eléctrico nacional (SEN) 400 megavatios (MW) diarios, nada menos que el 12% de la demanda nacional en temporada de alto consumo, como es el caso ahora.
El técnico es uno de los expertos entrevistados para dar una noticia que los medios oficiales difundieron con entusiasmo: Unión Cuba-Petróleo (Cupet) ha llegado a los dos millones de toneladas de crudo equivalente gracias al petróleo y el gas extraído fundamentalmente en yacimientos de la provincia de Matanzas. Él mismo, sin embargo, rebaja las expectativas de los datos. “Dos millones de toneladas de petróleo equivalente no van a resolver el déficit de generación”, dijo, si bien añadiendo que suponen un valor de más de mil millones de dólares “que dejó de invertir el país para generar electricidad” y con los que se pueden adquirir diésel “para la generación distribuida”.
En lo que hace hincapié Canal Caribe no es en el 98% de la producción nacional, que se encuentra en la franja norte –Mayabeque, Varadero, Cárdenas– y que da un crudo de peor calidad, sino en las esperanzas depositadas en nuevos yacimientos. Sin mencionar que la empresa china Gran Muralla hace posible los trabajos, el reporte habla de la “hazaña científica y tecnológica” que supone la realización de una perforación horizontal de ocho kilómetros para llegar a “depósitos que se encuentran por debajo del lecho marino, alcanzados desde tierra”.
En ningún momento mencionan los expertos que el logro de Energas se debe a la colaboración con el gigante minero canadiense Sherritt
Está previsto que este nueve pozo, perteneciente al bloque Fraile, dé a finales del año alrededor de 120 metros cúbicos (750 barriles) de petróleo al día, una aportación poco relevante si se trata de recuperar la producción nacional, que al cierre de 2024 había disminuido en 138.028 toneladas respecto a lo previsto.
Por lo demás, en ningún momento mencionan los expertos que el logro de Energas se debe a la colaboración con el gigante minero canadiense Sherritt, pese a que al final del reporte televisivo –justo cuando precisamente hablan de “reducir la dependencia de combustibles importados” y “ganar en soberanía energética”– aparece claramente la bandera de Canadá junto a la de Cuba y el emblema de la gasera estatal.
El entusiasmo con el que se comunica la noticia a través de medios oficiales, en cualquier caso, contrasta con los propios resultados arrojados por Sherritt, que reconoció, recientemente, que su situación en Cuba es crítica, y sobre la que Archivo Cuba publicó hace tan solo unos días un informe que denuncia el esquema de “trata de personas” que lleva a cabo el régimen con los trabajadores enviados a la refinería canadiense de Fort Saskatchewan, en la provincia de Alberta.
Pero sobre todo, contrasta con la verdadera situación energética de la Isla. Para este miércoles, la Unión Eléctrica de Cuba (UNE) vuelve a pronosticar un déficit que va camino de los 2.000 MW en el horario pico. En ese momento de máxima demanda, la tarde-noche, se necesitarán 3.780 MW y habrá una disponibilidad de 2.080 MW. El déficit de 1.720 MW se traducirá en una afectación real de 1.790 MW.
Las cifras son similares a las de ayer, de 1.746 MW, bastante por encima de los 1.660 MW previstos inicialmente. Este martes, indica la UNE, “se afectó el servicio las 24 horas y se mantuvo afectado durante toda la madrugada de hoy”.
Los 26 nuevos parques solares fotovoltaicos, que aportaron un máximo de 562 MW en horario diurno, siguen sin compensar el estado calamitoso del SEN. Un total de seis unidades en centrales termoeléctricas se encuentran detenidas por averías o mantenimiento, y 38 centrales de generación distribuida no funcionan por falta de combustible.