Del servicio militar al campo: Granma entrega tierras en usufructo a los "desmovilizados"
Cuba
Las 2.269 hectáreas concedidas están destinadas al cultivo de tabaco, café, caña y a la ganadería
La Habana/La necesidad de aumentar la fuerza laboral en la Isla, afectada por la emigración masiva y el desencanto con los empleos estatales, ha llevado al gobierno de Granma a entregar tierras en usufructo a 300 muchachos recién salidos del servicio militar obligatorio. Otros 96, que todavía no están de baja, se han apuntado para recibir tierras en el momento que los “desmovilicen” las Fuerzas Armadas.
La prensa oficial no dejó claro si se ofrecieron beneficios a los inminentes agricultores, pero es seguro que no se trata de mayores libertades a la hora de trabajar sus tierras. Repartidos por los 13 municipios de la provincia, los muchachos ya han afiliado las 2.269 hectáreas concedidas en total a distintas instituciones: “52 a empresas agropecuarias, otros 54 en unidades básicas de producción cooperativa, 142 en cooperativas de créditos y servicios y 18 a cooperativas de producción agropecuaria”, enumeró La Demajagua, que defendió que esta “vinculación” al Estado da a los guajiros “la posibilidad de acceder a créditos bancarios, realizar la contratación y comercialización de sus producciones y la adquisición de los insumos”.
Las tierras entregadas también tienen un propósito prefijado. Los cultivos son, indicó el medio, café y tabaco, productos normalmente dedicados a la exportación y captación de divisas, además de caña –un cultivo en crítica debacle– y ganado mayor y menor, también desaparecidos de los mercados nacionales.
Por último, dijo La Demajagua, a la iniciativa se incorporarán también 132 jóvenes de un plan de “inserción laboral de junio, los que acuden a los registros municipales, a los que se les está ofertando la entrega de las tierras disponibles”. Según el medio, en 2011 comenzó una medida similar para poner a trabajar a muchachos recién licenciados del servicio y Granma fue la primera provincia en llevar a cabo ese proceso.
Repartidos por los 13 municipios de la provincia, los muchachos ya han afiliado las 2.269 hectáreas concedidas en total a distintas instituciones
La alergia del régimen a los “vagos” y “parias”, como ha llegado a llamar a los desempleados, es algo de lo que los dirigentes no han logrado desprenderse en más de seis décadas. Ahora, con la falta de fuerza laboral, lograr que los jóvenes trabajen para el Estado equivale resolver ambas cuestiones de una vez.
“Es la superación un arma contra el desempleo una vez más, en este territorio, en el que 2.203 personas, hasta hace una semana desligadas del estudio y del trabajo, han vuelto a las aulas”, celebraba Granma este miércoles aludiendo a Guantánamo.
Aunque algunos buscan graduarse de secundaria y otros entrar a la universidad, la mayoría va a “formarse como técnicos en especialidades disímiles –32 en total–, que constituyen prioridad y necesidad en el Alto Oriente”, dijo el medio del Partido Comunista.
“De tal empeño, a la Salud en Guantánamo le nacerán enfermeras y anestesistas, verán la luz nuevas ferromozas para el transporte, al igual que inspectores en la rama eléctrica, y linieros que reforzarán la labor de Etecsa”, añadió el medio, que no escondió que el objetivo principal es “inyectarle fuerza laboral a sectores estratégicos en los que Guantánamo acusa déficit”.
En este caso, tampoco los implicados fueron del todo libres de elegir las áreas en las que van a trabajar. La provincia, que visitó “casa por casa” a los desempleados, hizo una lista de opciones que responden a necesidades concretas del territorio. “Los cursos, abiertos también a quienes optaron por ingresar al Ministerio del Interior, involucran a la Universidad de Guantánamo, en la formación de licenciados en Contabilidad y Finanzas, en Gestión para el Desarrollo, así como en Derecho, en Educación Primaria y en Educación Preescolar”, refirió.
Mientras busca la fuerza laboral que necesita, el Estado ha comenzado, por enésima vez, a rellenar plazas con estudiantes universitarios
Mientras busca la fuerza laboral que necesita, el Estado ha comenzado, por enésima vez, a rellenar plazas con estudiantes universitarios no graduados. El lunes, en la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana los alumnos fueron llamados a conformar un contingente para trabajar como maestros ante la escasez de docentes en las escuelas. “Tenemos más de mil estudiantes incorporados a esta labor en varias provincias, aunque esperamos que la cifra aumente en los territorios donde existen las mayores complejidades”, dijo a Juventud Rebelde la ministra de Educación, Naima Ariatne Trujillo Barreto.
El plan es que los universitarios cubran las plazas vacantes en secundarias y preuniversitarios de toda la Isla. Para ello, dijo la ministra, hay que “lograr el estímulo y aumentar el interés de los jóvenes que ya participan, como también eliminar ciertas trabas burocráticas que dificultan la contratación de nuevos interesados”.
Los mismos muchachos de Ciencias Médicas son también los que año tras año son enviados a realizar inspecciones contra vectores en los barrios de toda la Isla.
Una encuesta de ocupación publicada el pasado julio por la Oficina Nacional de Estadística e Información insistía en que la Isla tiene una de las tasas de desempleo más bajas de la región (1,7%). Sin embargo, los propios números del informe reflejaban una realidad distinta: más de la mitad de los cubanos mayores de 15 años no trabaja o no busca trabajo.
De los 8.433.226 de cubanos de 15 años o más en 2024, 4.227.333 personas no formaron parte de la fuerza laboral, frente a los 4.205.893 que sí (50,1% frente al 49,9%), y de estos últimos, 69.333 están desocupados. Ello supone una tasa de ocupación de apenas 49%, una de las más bajas de América Latina y el Caribe, cuya media el año pasado fue del 58,9%, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo.