Un misterioso grabado en la oficina de Carpentier impresionó a Cabrera Infante e inspiró uno de sus libros

En 2012 todo mi entorno empezó a celebrar encuentros cercanos del tercer tipo para hablar de Oswaldo Payá

'Adiós mi Habana', de Anna Veltfort, es el clásico indiscutible del cómic sobre Cuba en las últimas décadas

La literatura es duplicidad: no se puede escribir sin conversar con el gemelo malvado, el hipotético, el doble cuántico

Los cubanos no tenemos democracia, pero dejen quieto el recuerdo de que alguna vez la tuvimos

En las historietas de Yeyín se adivina lo que pudo ser y no fue el cómic en Cuba

Como casi todo el arte abstracto, la obra del cubano es al mismo tiempo mística, física y filosofía

El rarísimo 'Álbum californiano', una joya de la litografía colonial, vio la luz en los talleres habaneros de Louis Marquier

Melones ha demostrado lo crueles que saben ser los cubanos cuando se trata de elegir entre los vivos y los muertos

Con este texto sobre Belkis Ayón, el autor inicia 'Miniaturas', una columna sobre el arte cubano de todos los tiempos

'Cónclave' falla como película, pero acierta como diagnóstico del pontificado de Francisco, ya demasiado largo

Cuba sigue en las mismas este fin de año y, según el diagnóstico de Dr. House, así seguirá, porque la gente nunca cambia

Un viaje casi sagrado por la sierra ecuatoriana, el norte de la India, el oriente cubano y el levante español

Había algo opíparo y generoso en el criollo, algo que el régimen castró y que el exilio debió haber conservado

En ese buque pirata que fue y es el Instituto Cubano del Libro, lo que no había se robaba

Reynerio Lebroc fue muchas cosas: cura, profesor, patriota y conspirador

Entre la carta abierta y el resabio de exiliado, el autor critica a los periodistas que se fueron de Cuba y siguen colaborando con el régimen

Saber cómo viven los jerarcas del régimen, qué comen, con quién se acuestan, sus relojitos y relajitos, produce un envenenamiento eficaz: ese es el verdadero mérito de Norberto Fuentes

Ya no es usual tener vinilos y pocos saben que lo que se grabó hace 50 años todavía se escucha, y mucho mejor que lo reciente

La mayoría de los que se dedican a la edición lo hacen para ganarse el pan y no por vocación, ¿pero cómo puede la paranoia ser una vocación?